Hoy toca una historia. Pero no una historia normal y corriente, sino una historia de celos, guerra, ambición, dinero y odio.
Fachada del museo. Foto IDM |
Con 21 años, recibió la herencia que pertenecía a su difunta madre y decidió irse de casa para hacer lo que verdaderamente siempre había querido, estudiar. Pasó primero por la academia Phillips en Andover (Massachusetts) y después por la Universidad de Yale en New Haven (Connecticut), siempre ayudado por su mecenas particular, el Señor P (su tío). Este último también le ayudó en su periplo europeo en el que estudio en Berlín, Heidelberg y Breslau. En 1866 vuelve a Estados Unidos y se convierte en profesor de paleontología de vertebrados de la Universidad de Yale. Este hecho coincide con la generosa aportación económica del Señor P (150.000 dólares) para la construcción del YPM en el mismo campus de Yale. El Señor M se convertiría también en su primer director.
La vida del Señor M parecía tranquila y apacible. Se dedicaba a dar clases y dirigir excavaciones en el estado de Connecticut y Massachusetts. Albergó rápidamente una colección de fósiles de vertebrados tal, que se convirtió en uno de los mejores paleontólogos de la época. Se construyó cerca de su museo una gran casa, por la que según dicen, pasaron los grandes científicos del siglo XIX.
La casa del Señor M por donde pasaron los mejores paleontólogos de su época, y espero que los mejores de la nuestra. Foto IDM |
Pero sus días de tranquilidad y gloria se vieron desdibujados por su gran ego y protagonismo. En la escena aparece el Señor C, profesor de geología de la Universidad de Pensilvania. Éste en los últimos años había tomado una gran fama gracias a sus expectaculares hallazgos, robando titulares al Señor M. Se habla de que se conocieron en Alemania y que durante un tiempo fueron grandes amigos. Pero no se sabe por qué, esto cambia y se odian hasta la muerte (el Señor C dijo en su día que no le importaría ver al Señor M atravesado por el cuerno de un dinosaurio tipo Triceratops). Sea lo que fuere ambos son los grandes protagonistas de la denominada Guerra de los Huesos.
El Señor M tuvo la fortuna de conocer a dos personas muy pintorescas que le mostraron un gran yacimiento, conocido desde entonces con el nombre Como Bluff. Durante varios años, escondieron de tal manera este afloramiento, que cuando publicaban sus hallazgos lo hacían como si fueran fósiles de varios yacimientos distinto y lejanos entre ellos.
El Señor M junto a sus compañeros de excavación. Observar que el material de excavación no ha cambio en estos casi 150 años (no las escopetas, sino el martillo del Señor M) |
Supongo que ya a estas alturas todos sabréis quien son los Señores M, P y C. Pero para los despistados, en donde pone M poner Marsh, donde pone P poner Peabody, donde pone YPM poner Yale Peabody Museum y donde pone C poner Cope.
Señor C y M. Como se decía en mi cole: los que se pelean se desean. |
Finalmente la historia termina como todas las historias humanas, con la muerte. Cope falleció en 1897 (afirman que era todo un ligón y cogió sífilis). Marsh lo hizo en su casa en 1899. Dicen que a causa de una neumonía, pero yo creo que de aburrimiento por no tener ya a nadie con quien pelear.
Imágenes:
Ignacio Díaz-Martínez
http://www.dinosaurdepot.com/history_p1.htmhttp://www.elpais.com/articulo/reportajes/diplodocus/elpepusocdmg/20080817elpdmgrep_5/Tes
Información sobre alguna de las excavaciones:
http://www.dinosaurdepot.com/history_p1.htm
Por cierto, hace poco Moreno me informaba sobre un trabajo de Benton en la JVP, en el que valoraba el trabajo de estos dos paleontólogos respecto al porcentaje taxones válidos hoy en día. Si tenéis curiosidad vistad estos links:
http://www.informaworld.com/smpp/content~db=all?content=10.1080/02724634.2010.501462
http://www.nature.com/news/2010/100924/full/news.2010.492.html
Yo soy mas del Señor M que del Señor C (que no oigo la COPE, oiga).
ResponderEliminarDe todos modos al Señor C le agradezco mucho el haber creado "Iguanodontoidea COPE 1869", que mola mas que "Hadrosauriformes
SERENO 1997".
Genial Ina, siempre nos enseñas un montón.
ResponderEliminarGracias a los dos por los comentarios.
ResponderEliminarYo soy bastante del Señor P. Espero volver en un futuro al museo, que está realmente muy bien.
Si alguno se sabe alguna curiosidad de esta guerra, que la aporte, que yo estoy muy interesado en saber más de estos temas.
Un saludo