lunes, 29 de noviembre de 2010

¿Confiamos en la Ciencia y en los científicos?

Resultados de una encuesta publicada por la revista Investigación y Ciencia

Los científicos tienen su parte de responsabilidad a la hora de tomar decisiones políticas sobre temas relacionados con la ciencia y la tecnología. Tras la reciente pandemia gripal, hubo voces que acusaron a la Organización Mundial de la Salud de exagerar el peligro de la gripe A por conflictos de interés (algunos científicos miembros del comité de la OMS que recomendó el almacenamiento de fármacos antivíricos tenían conexiones con la industria farmacéutica). Otros casos similares en materia de cambio climático o fuentes de energía han podido mermar la confianza del público en la ciencia y los científicos.

Para averiguarlo, la revista Scientific American (cuya versión en español es Investigación y Ciencia), en asociación con su publicación hermana Nature, propuso a sus lectores realizar una encuesta internacional en línea. Las sedes de estas revistas recibieron más de 21000 respuestas. Antes de comentar los resultados, es importante pensar en la representatividad de la muestra, ya que –tal y como han expresado en forma de queja algunos de los lectores en la página web de Scientific American– las respuestas obtenidas provienen de un colectivo científicamente culto (19% declaró tener un doctorado) y no de una amplia muestra social escogida al azar. Para algunos, este sesgo metodológico ofrece una visión distorsionada de la ciencia vista por el público. Para otros, es un reflejo de las preocupaciones actuales de un sector de la sociedad interesado en la ciencia y la labor desarrollada por los científicos.

Los encuestados expresaron un alto grado de confianza en los científicos en cuestiones de importancia social (80%), con un margen notable respecto a otros colectivos (amigos o familiares, ONG, plataformas ciudadanas, periodistas, empresas, autoridades religiosas, etc.). Con respecto a las opiniones de los científicos o sus juicios de valor, tres fueron los temas que merecieron mayor confianza: los relacionados con la evolución (86%), las energías renovables (82%) y el origen del universo (80%).

La pregunta “¿Deben implicarse los científicos en la política?” cosechó una amplia diferencia de opinión según el origen del encuestado. Así, los estadounidenses y alemanes se mostraron más favorables a la presencia de científicos en la vida política que sus homólogos chinos (un 45% de los cuales respondieron que los científicos deben mantenerse al margen de la política, frente a 17% de los estadounidenses y 8% de los alemanes). 

La mayoría de los encuestados sostuvo que es rentable invertir en investigación científica. Tres de cada cuatro personas estuvieron de acuerdo en afirmar que la inversión en ciencia no debe menguar, incluso en tiempos de austeridad. A la pregunta “Si se mantuviera la financiación de la ciencia, ¿qué otras áreas deberían recortarse?”, la respuesta mayoritaria fue la defensa (82% en España, 7 puntos por encima del promedio mundial), muy por delante de los servicios sociales o la educación.

En el capítulo de tecnofobias, la preocupación por la energía nuclear (47% de los encuestados opinan que habría que poner freno a su desarrollo) es mucho mayor que la de otras tecnologías, llámense nanotecnología (26%), transgénicos (22%) o investigaciones con embriones humanos (8%). Los europeos están mucho más preocupados en materia de energía nuclear (66%) o de cultivos transgénicos (27%) que los estadounidenses (18% y 13%, respectivamente), mientras que estos últimos se muestran más inquietos al considerar los riesgos asociados con la nanotecnología (28%) que los europeos (23%).

La mayor discrepancia entre los estadounidenses y europeos se expresa al valorar el grado de confianza en los científicos sobre la pandemia gripal. Mientras en Estados Unidos 69% de los encuestados declaran su confianza en los científicos, solamente 31% de los europeos lo hacen. El revuelo suscitado en Europa, motivado por los vínculos de algunos científicos con las grandes compañías farmacéuticas, parece ser el responsable de esta desconfianza. 

Por lo que respecta a la visión sobre el cambio climático, la encuesta indica que los brasileños (63%) y chinos (61%) están cada vez más convencidos de que la actividad humana está alterando el clima. En España, 36% de los encuestados se declaran más convencidos que antes, 11% menos convencidos, y 53% no ha cambiado de opinión. Los que menos han modificado su opinión al respecto en los últimos meses son los japoneses, franceses, ingleses, australianos y estadounidenses, lo que sugiere que los encuestados de estos países tienen una menor certeza de la influencia humana en el cambio climático. 

Xabier Pereda Suberbiola e Ignacio Díaz Martínez

Fuente: 

2 comentarios:

  1. Luis Miguel de la Fuente29 de noviembre de 2010, 16:31

    Para mí está claro que los ciéntificos (yo no lo soy) deben implicarse cada vez mas en hacer oir su voz frente a la de muchos políticos que parecen estar ausentes a las realidades.
    Todos nos acordamos de las "brillantes frases" del Sr. Bush, y sin ir mas lejos aquí las del ex-presidente Sr. Aznar y las del Sr. Rajoy. Estas frases, estas declaraciones llegan mas a la opinión pública que las de la comunidad científica que se encuentran normalmente reducidas a documentales, secciones especiales en periódicos y revistas, alguna película, alguna entrevista en canales de televisión y poco mas.
    Se que, por ejemplo, es difícil explicar un proceso de calentamiento global y sus efectos, cuando tenemos recientes las lluvias en Andalucía el pasado año que parecen desmentir este proceso de calentamiento.
    Las controversias entre científicos alimentan también ese proceso de desconfianza por parte de la opinión pública, de todos es conocido el que muchos alimentos que antes eran "buenísimos", ahora parece que no lo son y viceversa, (aceite de oliva), esto genera el que el pueblo desconfíe de esas declaraciones y piense que detrás de ellas solamente hay movimientos de mercado para subir o bajar precios.
    La energía nuclear es otro tema sorprendente, políticos que han intervenido activamente y conseguido la paralización en nuestro país del Plan Nuclear hacen ahora declaraciones de que es necesario reflexionar sobre ello nuevamente y reestudiar su paralización.
    Quizás el científico, como cualquier ser humano no esté exento de mentir, o de apoyar medidas como la denunciada en este artículo por causas estrictamente económicas para su bolsillo particular.
    Creo que en España se sufre aún el "¡qué inventen ellos!" de Unamuno, y que la investigación en todas sus facetas no recibe ni el apoyo económico ni el reconocimiento de la sociedad, esto segundo es importante pues si la sociedad lo demanda el estado tendrá que incrementar su aportación a investigadores.
    Es desolador acabar de ver documentales en los que se pronostican cambios globales tan enormes y tan peligrosos para la continuidad de la biodiversidad, y ver que por un lado se califican de catastrofistas y por otro de impotencia al ver que cada uno puede hacer muy poco para tratar de solucionarlo o al menos impedir que vayan a más.
    En fin, creo que la comunidad científica no es una comunidad aislada y que cada vez debe ser mas necesario no que se pronuncie solamente en casos concretos, sino que sea consultada por políticos y gobernantes antes de las tomas de decisión.
    Yo lo veo así desde fuera de la comunidad científica y desde el respeto a los que por su contacto diario con los problemas que se van conociendo son los que pueden alzar su voz y llegar a la opinión pública.
    Gracias
    Luis Miguel de la Fuente

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  2. Hola Luis Miguel,
    Qué alegría saber de ti, y de esta manera. Muchas gracias por el comentario.

    La verdad que yo si creo que los cientificos deben colaborar más activamente, pero entonces quizás la solución sería, o quitar peso productivo al investigador (de todos es sabido que aquí lo que vale es el curriculum, y si tardas 1 mes en hacer algo divulgativo o social, eso que has perdido), o crear puesto que se dediquen a ello de propio. Yo con 29 años acabo de empezar a cotizar, investigadores de más de 40 años no tienen plaza...
    Nos movemos por la ley del sálvese quien pueda...
    Confio que esto cambie en el futuro, pero creo que peco de confiado...

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