La semana pasada se celebró en Sevilla la 48 Sesión Científica de la Sociedad Geológica de España. Allí se presentaron dos trabajos que tienen relación directa con La Rioja:
El primero tiene como protagonistas unos restos de tortuga que se encontraron el los pueblos de Torremuña e Igea. En el Cuaderno de Godzillin se puede leer algo más sobre este hallazgo:
"Con el título “Tortugas del Cretácico Inferior (Hauteriviense-Barremiense) de La Rioja (Cuenca de Cameros, España)”, Adán Pérez-García y colaboradores recopilan y enmiendan las escasas referencias previas de quelonios del Cretácico Inferior de La Rioja y estudian nuevos ejemplares, provenientes de Torremuña y de Igea.
Uno de los taxones, al que se atribuye un espaldar fragmentario, se asigna a Salasemys pulcherrima, taxón definido mediante un ejemplar muy completo, procedente del Cretácico Inferior de la subcuenca noroccidental Cuenca de Cameros. El nuevo ejemplar amplia su distribución geográfica y aporta nueva información, de la que carece el holotipo debido a su preservación.
El estudio de los ejemplares de quelonios hallados en el Hauteriviense-Barremiense de La Rioja, en las localidades de Torremuña e Igea, permite ampliar el listado faunístico de quelonios de la Cuenca de Cameros. Además, se refuta la atribución previamente realizada con material de esta región a Pleurosternidae."
El segundo trabajo riojano es sobre icnitas de dinosaurio como no. El equipo de la Universidad de La Rioja- Fundación Patrimonio Paleontológico de La Rioja, junto a miembros de la Universidad de Rabat han prospectado una zona de Alto Atlas Central encontrando 6 nuevos yacimientos. Esta actividad se realizó durante los cursos de verano de rehabilitación de huellas de dinosaurio que se celebran cada verano en La Rioja y Marruecos.
El hallazgo se sitúa cerca del pueblo de Ibaqalliwn o Ibakliwine. En la zona ya se conocían otro yacimientos con huellas saurópodas y terópodas de la Formación Aganane de edad Domeriense (Jurásico Inferior).La presencia de bioclastos, bivalvos, gasterópodos y algas de tipo Paleodasycladus indican medio marino costero. La abundancia de birds eyes, grietas de desecación, estromatolitos y huellas de dinosaurio indican medio intertidal en la zona de estabilización de las mareas. Tras este trabajo se pasa de 7 a 13 puntos conocidos con icnitas.
Uno de los puntos que cabe destacar es la abundancia de huella saurópodas respecto a las terópodas (como suele ser normal en yacimientos de esta época , las ornitópodas suelen estar ausentes). Además los estratos con estas huellas muestran estructuras que indican lo fangoso que debió estar esa superficie cuando pasaron los dinosaurios. Los autores concluyen explicando que la abundancia de icnitas saurópodas junto con la escasez de terópodas en estos sedimentos fangosos apoya la hipótesis de dinosaurios precavidos.
Varios de estos yacimientos se limpiaron y reticularon con los alumnos del Curso de Verano, que prepararon a parte un trabajo para EJIP sobre Patrimonio Paleoicnológico marroquí.
Cita: Boutakiout, M. Masrour, L. Ladel, I. Díaz-Martínez y F. Pérez-Lorente. Nuevos yacimientos de icnitas domerienses en Ibaqalliwn (Aït Bou Guemez, Alto Atlas Central. Marruecos).
En la 48 sesión también hubo otros trabajos sobre vertebrados mesozoicos, aunque cada vez son más escasos. Pérez-García y Gascó hablaron sobre el estudio de restos de reptiles marinos en Albarracín (Teruel). Ruiz-Omeñaca y colaboradores lo hicieron sobre el primer diente de Ornithopodo del Jurásico Superior de Asturias y sobre dientes de cocodrilos y de dinosaurio del Jurásico Superior de Valencia.
Imagen de la tortuga por cortesia de Adán Pérez-García
Imagen del yacimiento de icnitas por cortesia de Ignacio Díaz-Martínez