sábado, 23 de junio de 2012

Dinotafonomiajuego

Si te preguntas como se han formado yacimientos con gran acumulación de huesos, esto seguro que no te va a sirvir de nada, pero echarás un rato divertido.


martes, 19 de junio de 2012

Lovecraft en las montañas de la locura II

Figura 3
... En las montañas de la locura auna el relato fantástico con la ciencia-ficción. Forma parte de lo que se ha dado en llamar los “Mitos de Cthulhu”, que giran en torno a la presencia de seres extraterrestres en nuestro planeta, al que llegaron hace cientos de millones de años. Tras explotar sus recursos, crearon la vida sobre la Tierra (Lovecraft retoma aquí la vieja idea de la panspermia) y modelaron la evolución biológica a su antojo. Estos seres, llamados Antiguos o Primordiales, terminaron perdieron parte de sus poderes con el paso del tiempo, pero no se han extinguido: esperan al acecho con la intención de volver a apoderarse de la Tierra. Al decir de los especialistas, el principal interés de esta novela es que Lovecraft intentó racionalizar su propia mitología para despojarla de todo barniz sobrenatural.

La Antártida siempre fascinó a Lovecraft. Siendo niño, siguió con gran interés las exploraciones realizadas en el Polo Sur y esa afición no decayó con el tiempo. Los primeros capítulos del relato se inspiran de las expediciones antárticas de la época, en especial las del almirante Byrd en 1928-1930. Otra influencia notable es la obra del pintor ruso Nikolai Roerich, cuyos cuadros Lovecraft pudo admirar en el Metropolitan de Nueva York en 1930. De hecho, el narrador de En las montañas de la locura comenta que el paisaje antártico le recordaba “las extrañas y turbadoras pinturas asiáticas” de Roerich. Como ocurre en otros relatos de Lovecraft, la atmósfera es más importante que los personajes o la acción misma.

Se ha dicho que la novela es una secuela de Las Aventuras de Arthur Gordon Pym de Edgar Allan Poe, pero no puede considerarse como tal, al menos desde un punto de vista argumental (a diferencia de la novela La esfinge de los hielos de Jules Verne, que sí es una continuación). Lovecraft cita la obra de Poe y retoma algunos de sus elementos, como el siniestro grito ¡Tekeli-li! ¡Tekeli-li!, pero se trata más bien de un homenaje al maestro. El título de la novela hace referencia a las altas montañas que descubren los expedicionarios en la Antártida. Estaría inspirado de una frase en un cuento de Lord Dunsany, otro de los precursores cuyas obras sirvieron de inspiración a Lovecraft.

Figura 4
Lovecraft escribió En las montañas de la locura entre febrero y marzo de 1931. Estaba pensado como un serial en dos entregas para la revista Weird Tales, donde Lovecraft publicó muchos de sus relatos. Sin embargo, el editor lo rechazó en junio de 1931, lo que llevó a Lovecraft a pensar que era el fin de su carrera literaria. En 1935, uno de sus conocidos ofreció el relato al editor de Astounding Stories. Se publicó en tres entregas entre febrero y abril de 1936. No tuvo una buena acogida, quizá debido a que muchos de los lectores de Astounding Stories no llegaron a entender la propuesta de Lovecraft. La parte final de la novela anticipa en cierto modo los relatos de ciencia-ficción “arqueológica” de autores modernos como Jack McDevitt, con la diferencia de que en este caso es en la Tierra donde se descubre la huella de antiguas civilizaciones.

La versión publicada en 1936 presenta modificaciones respecto al manuscrito original de Lovecraft (que se conserva en la John Hay Library de la Brown University). Por ejemplo, se suprimieron varios párrafos finales y se hicieron numerosas correcciones ortográficas. Estos cambios se han mantenido en las ediciones posteriores, y en las traducciones a otros idiomas. S.T. Joshi, uno de los biógrafos de Lovecraft, estableció el texto definitivo en 1985. Ediciones Cátedra ha publicado en 2011 la traducción castellana del texto, obra del especialista lovecraftiano Juan Antonio Molina Foix. Ediciones previas en castellano han sido publicadas por Alianza, Altamira, Forum, Seix Barral y Valdemar.

En las montañas de la locura es uno de los relatos más ambiciosos de Lovecraft y era uno de sus preferidos. Hoy en día goza de una cierta notoriedad. Un ejemplo de ello son varias secuelas literarias y el homenaje televisivo rendido por los Simpson en su octava temporada (1997). A pesar de que Lovecraft es uno de los escritores más influyentes en el cine de terror del siglo pasado y del presente, En las montañas de la locura no ha sido todavía llevada a la gran pantalla. En los círculos cinéfilos se habla de un proyecto del director Guillermo del Toro, un gran aficionado de la obra de Lovecraft, que estaría todavía sin concretar.

Lovecraft falleció de cáncer intestinal e insuficiencia renal a los 46 años. Fue enterrado en el panteón familiar del cementario de Swant Poin en Providence (Rhode Island), su ciudad natal. Años después de la muerte de Lovecraft, un grupo de admiradores le erigió una lápida. Se dice que una mano anónima viene de vez en cuando para escribir una frase a modo de epitafio (esa frase, que aparece en un par de relatos de Lovecraft, está supuestamente sacada del célebre Necronomicon del poeta árabe Abdul Alhazred): 

That is not dead which can eternal lie,
And with strange aeons even death may die.

Que no está muerto lo que puede yacer eternamente,
y en los eones venideros hasta la muerte puede morir *

Xabier Pereda Suberbiola
* traducción de Juan Antonio Molina Foix


Bibliografía
Lovecraft H.P. (2011). En las montañas de la locura. Ediciones Cátedra, Letras populares, Madrid. Edición y traducción de Juan Antonio Molina Foix, 373 pp. Incluye anexos con una completa bibliografía.
Sprague de Camp L. (2002). Lovecraft. Una biografía. Valdemar, El Club Diógenes, Madrid, 1002 pp. (edición original en inglés).
Houellebecq M. (2006). H.P. Lovecraft: contra el mundo, contra la vida. Ediciones Siruela, Madrid (edición original en francés).

Páginas web en castellano con información sobre H.P. Lovecraft:


Figuras

Figura 3. Dos de las ilustraciones de Howard V. Brown para la edición original de En las montañas de la locura en la revista Astounding Stories (1936), y que reproduce Cátedra en su edición castellana de 2011.
Figura 4. Cartel publicitario de la película At the Mountains of Madness que circula por Internet. Problemas de financiación habrían abortado este proyecto de la Warner Bros.

viernes, 15 de junio de 2012

Lovecraft en las montañas de la locura I

En este relato, una expedición descubre extraños fósiles y las ruinas de una antigua civilización en la Antártida.

Ya no podía caber ninguna piadosa duda acerca de la naturaleza de los seres que habían construido y habitado aquella monstruosa ciudad muerta desde hacía millones de años, cuando los antepasados del hombre eran primitivos mamíferos arcaicos y los enormes dinosaurios vagaban por las estepas tropicales de Europa y Asia. *

                                                            En las montañas de la locura – H.P. Lovecraft

Figura 1
El pasado 15 de marzo de 2012 se cumplió el 75 aniversario del fallecimiento de Howard Phillips Lovecraft (1890-1937), escritor norteamericano que está considerado como uno de los principales exponentes de la literatura fantástica de terror del siglo XX. Autor autodidacta dotado de una gran imaginación, Lovecraft comenzó escribiendo poesía antes de dedicarse a la prosa fantástica. Su obra se compone de más de medio centenar de cuentos y relatos, publicados en su mayor parte en revistas populares. El horror de Dunwich, La sombra sobre Innsmouth, La llamada de Cthulhu y En las montañas de la locura son algunos de sus mejores relatos, escritos por Lovecraft en los últimos años de su corta vida.

Además de dedicarse a crear mundos oníricos poblados de seres maléficos, Lovecraft fue uno de los jefes de filas del periodismo aficionado en Estados Unidos. Jugó un papel importante en la organización social de los aficionados de la ciencia-ficción y en el impulso de las revistas pioneras de este género en la década de 1930. Su prematura desaparición le impidió ver cómo la ciencia-ficción se convertía en un movimiento literario reconocido.

Lovecraft se consideraba a sí mismo un caballero victoriano que cultivaba la literatura como un arte por su propio placer, sin preocuparse de las modas ni de los gustos sociales dominantes. Su actitud anticomercial y la escasez de recursos económicos le obligaron a ganarse la vida como corrector de estilo y escritor a sueldo para otros literatos menos talentuosos. A pesar de una respetable producción, murió en el anonimato más completo.

No obstante, la mitología lovecraftiana no desapareció con él. Una veintena de escritores, la mayoría de ellos amigos y admiradores del “Abuelo” (como Lovecraft se llamaba a sí mismo), contribuyeron a desarrollar y enriquecer su particular universo, lo que representa un caso especial en la historia de la literatura moderna. La obra de Lovecraft ha servido de inspiración a varias generaciones de escritores, pero también músicos, dibujantes de cómics, cinéfilos y otros amantes del género fantástico. 

Figura 2
Entre los relatos de Lovecraft, si hay uno que llama la atención del paleontólogo es En las montañas de la locura (At the Mountains of Madness en inglés). Lovecraft aborda en el mismo un “mundo perdido”, uno de sus temas favoritos. El narrador y principal protagonista es un geólogo de la (ficticia) Universidad de Miskatonic, en Massachussets. Escrito en primera persona, cuenta la historia de una expedición científica a la Antártida que descubre la existencia de una civilización desconocida. Al explorar una cordillera más alta que el Himalaya, un grupo de reconocimiento halla en una cueva los fósiles de unos seres extraños dotados de una cabeza pentarradiada, apéndices en forma de tentáculo y alas membranosas. Cuando el  narrador y otros expedicionarios llegan al campamento, sólo encuentran los cadáveres de sus compañeros. Varios de los supuestos fósiles han desaparecido. Más alla de las montañas, hallarán la respuesta al enigma: una gigantesca ciudad en ruinas que esconde a algunos de sus antiguos moradores. 

La novela está redactada en un estilo imparcial y objetivo, como si se tratara de un informe científico: la exploración del continente antártico, el descubrimiento de extraños fósiles, el hallazgo de una ciudad perdida, la presentación de la historia y cultura de una antigua civilización, etc. Abundan las referencias a los fósiles de épocas geológicas pasadas. Valga como muestra este ejemplo: Aquella fue la primera noticia que tuve del descubrimiento, y anunciaba la identificación de primitivas conchas, huesos de ganoideos y placodermos, restos de laberintodontes y tecodontos, fragmentos de cráneo de grandes mosasaurios, vértebras y placas de dinosaurios, dientes y huesos de alas de pterodáctilos, deyecciones de arqueoptérix, dientes de escualos del Mioceno, cráneos de aves primitivas, y cráneos, vértebras y otros huesos de mamíferos arcaicos tales como paleoterios, xifodontes, dinoceratas, eohippi, oreodontes y titanoterios.*

Una cita más: Arrastrados por las aguas desde desconocidas junglas de helechos arborescentes y hongos del mesozoico, desde selvas de cicadáceas, palmeras y primitivas angiospermas del triásico (se trata de un lapsus, ya que en otro pasaje se mencionan angiospermas del terciario), aquella miscelánea ósea contenía representantes de más especies animales del cretácico, el eoceno y de otros periodos de las que el más eminente paleontólogo habría podido contar o clasificar en un año. * Las descripciones de la fauna y flora del pasado están basadas en las ideas en boga en la época en que Lovecraft escribió la novela. Aunque algunas de ellas han quedado desfasadas, Lovecraft tuvo el acierto de mencionar la teoría de la “deriva continental” de Alfred Wegener, por entonces todavía minoritaria entre los geólogos, y de la que este año celebramos su centenario.

Continuará...


Xabier Pereda-Suberbiola


Bibliografía
Lovecraft H.P. (2011). En las montañas de la locura. Ediciones Cátedra, Letras populares, Madrid. Edición y traducción de Juan Antonio Molina Foix, 373 pp. Incluye anexos con una completa bibliografía.
Sprague de Camp L. (2002). Lovecraft. Una biografía. Valdemar, El Club Diógenes, Madrid, 1002 pp. (edición original en inglés).
Houellebecq M. (2006). H.P. Lovecraft: contra el mundo, contra la vida. Ediciones Siruela, Madrid (edición original en francés).

Páginas web en castellano con información sobre H.P. Lovecraft:


Figuras

Figura 1. Retrato de Howard Phillips Lovecraft (1890-1937) en su juventud.
Figura 2. Portada de En las montañas de la locura (Ediciones Cátedra, 2011). La ilustración es un detalle de la cubierta de la primera entrega del relato en la revista Astounding Stories, publicada en 1936. Los protagonistas huyen de un demoníaco shoggoth.

martes, 12 de junio de 2012

CONCIENCIACIÓN + COLABORACIÓN = MUTUO BENEFICIO

Al hilo del post publicado por El Vinosaurio http://elvinosaurio.blogspot.fr/2010/05/h-ace-un-dia-soleado-al-pie-del.html sobre el descubrimiento de un fragmento del cráneo de un mosasaurio en Navarra, por fin ve la luz el artículo que describe dicho material en el Bulletin de la Société Géologique de France:

A skull fragment of the mosasaurid Prognathodon cf. sectorius from the Late Cretaceous of Navarre (Basque-Cantabrian Region). Bardet N, Pereda Suberbiola X, et al. 
Bulletin de la Societe Geologique de France, 2012, v. 183, p. 117-121, doi:10.2113/gssgfbull.183.2.117 


Abstract
In recent years, the discovery of isolated teeth from the Late Cretaceous (Campanian-Maastrichtian) of the Basque-Cantabrian Region, in the north of the Iberian Peninsula, has permitted to recognise at least four different mosasaurid taxa in several sites of Alava and Condado de Treviño: Mosasaurus lemonnieri, Prognathodon solvayi, Platecarpus cf. ictericus and Tylosaurus sp. A new specimen, which consists of a fragment of skull with articulated portions of the maxilla and prefrontal, from the Campanian of Navarre is described here. This material is assigned to Prognathodon cf. sectorius on the basis of dental features. It constitutes the only cranial remain and the most significant mosasaurid fragment known to date in the Iberian Peninula. P. sectorius was previously recorded from the Maastrichtian of New-Jersey and The Netherlands.

Como podéis observar en el citado post, uno de nosotros, Botantz, B., descubrió un fragmento de maxilar y un prefontal de un mosasaurio asignado al taxón Prognathodon cf. sectorius en el Campaniense Superior de Navarra, del cual solo se habían encontrado restos anteriormente en el Maastrichtiense de los Países Bajos y en New Jersey (EE.UU.) 

La importancia del descubrimiento es triple, ya que (i) hasta la fecha, es el material más completo de mosasaurios en España, (ii) amplía el rango estratigráfico de la especie Prognathodon sectorius al Campaniense Superior y (iii) amplía la distribución paleogeográfica de dicha especie.
 
No quisiera pasar la oportunidad que me ofrece Ina en El Vinosaurio para, más allá de la relevancia del descubrimiento, destacar el hecho de que el estudio del material y posterior publicación del artículo que menciono aquí arriba, ha sido posible gracias a la estrecha colaboración entre los “aficionados” a la paleontología y los paleontólogos.

Esta circunstancia debería ser la regla, y no la excepción, entre todos aquellos que amamos la paleontología, sean científicos o no. Los réditos de dicha colaboración son más que constatables, como se puede comprobar en este post.

Un saludo,

Gorka Martín 

Esta noticia ha salido también en la prensa:

jueves, 7 de junio de 2012

Fósiles cámbricos revelan que los primeros equinodermos fueron bilaterales

Figura 1
Los humanos entre otras cosas nos caracterizamos por poseer una simetría bilateral que divide nuestro cuerpo en dos partes iguales. Esta condición es muy primitiva dentro de la evolución de nuestra gran familia, la de los cordados y estaba ya presente en los primeros organismos de este grupo como han revelado fósiles de más de 530 millones de años procedentes de China y Canadá. Ésta, es también la característica de todos los animales bilaterales, entre los que se incluyen todos los vertebrados pero también otros grupos como insectos o erizos de mar (Figura 1).


El desarrollo embrionario de estos últimos, los equinodermos (grupo al que pertenecen las estrellas y erizos de mar actuales), ha intrigado desde hace
Figura 2
décadas por los biólogos porque los adultos de estos animales tienen simetría radial, en muchos casos pentámera.  Esta simetría, que es una de las principales características del grupo está ausente en las larvas que son bilaterales. Sin embargo, una metamorfosis muy compleja de estas larvas conduce hacia el desarrollo de un adulto radial.

Los paleontólogos han buscado desde décadas en las rocas más antiguas del Cámbrico, donde aparecen los primeros equinodermos,  para tratar de dilucidar si los fósiles podían aportar información, y todas las conclusiones eran las mismas, los primeros equinodermos ya eran radiales. Ahora unos nuevos fósiles del Cámbrico español publicados en la revista PlosOne demuestran por primera vez que hace más de 500 millones de años existieron equinodermos bilaterales y que estos representaban el estado más primitivo dentro del grupo (Figura 2). En otras palabras, los antepasados más remotos de las estrellas de mar fueron bilaterales y no radiales como se había pensado hasta ahora.

Los fósiles y su hallazgo 

Los fósiles fueron encontrados en los años 2009 y 2010 en unas excavaciones realizadas en la localidad de Purujosa, dentro del Parque Natural del Moncayo (Provincia de Zaragoza) (Figura 3). Esta excavación fue cofinanciada por la Caja de Ahorros de la Inmaculada y el Gobierno de Aragón. 

Figura 3

Las rocas de esta región son muy importantes porque han proporcionado miles de fósiles muy bien conservados de la época cámbrica. Este periodo de la historia de la tierra se caracteriza porque es el momento en el que la vida compleja empieza a ser diversa en los mares, en lo que se ha llamado la Explosión del Cámbrico. 

Durante aproximadamente dos semanas de trabajo de campo sólo se obtuvieron dos ejemplares de este nuevo fósil bautizado como Ctenoimbricata spinosa, junto a varios cientos de otros invertebrados como trilobites. 

El estudio


Figura 4
A primera vista los fósiles no eran maravillosos (Figura 4) y una gran parte de ellos estaba escondida dentro de la roca por lo que no era accesible para los investigadores. Esta fue la principal razón que promovió el uso de la microtomografía computerizada, una técnica novedosa que permite diseccionar el fósil en 3D sin destruirlo y poder visualizarlo en un ordenador. Dos escáneres 3D, uno para cada ejemplar, fueron realizados en el Natural History Museum de Londres y en la Universidad de Birmingham. Se obtuvieron un total de 1200 radiografías de cada fósil. Posteriormente estas radiografías fueron trabajadas independientemente durante varios meses para poder reconocer cada una de las partes anatómicas de los fósiles. El resultado fueron dos modelos tridimensionales de los fósiles que permiten observar con todo detalle la anatomía de estos animales y poder estudiarlos (Figuras 5, 6).

Anatomía

Figura 5
Ctenoimbricata spinosa, es el nombre que ha recibido este nuevo equinodermo. A primera vista sorprende lo extraño que es este fósil, ya que no se parece a nada que habite actualmente nuestros mares y mucho menos a una estrella de mar. Sin embargo un análisis de su anatomía refleja que se trata de un animal emparentado con los equinodermos (Figura 2). Este animal tenía forma bilateral y seguramente poca capacidad de movimiento ya que carece de apéndices locomotores. Tiene un sistema defensivo compuesto por espinas que le permitió protegerse de los depredadores, similar al de los erizos actuales. Su alimentación era una mezcla entre detritívora y suspensívora captando partículas del suelo marino que eran procesadas en una faringe interna.

Importancia evolutiva

Por primera vez Ctenoimbricata ha permitido reconstruir completamente el árbol evolutivo de los equinodermos y proporciona una visión de cómo eran estos animales poco antes de su origen. Gracias a este hallazgo se ha demostrado que
Figura 6
la simetría radial de las estrellas y los erizos de mar y que tan familiar nos resulta, es una modificación de una simetría bilateral que los primeros equinodermos ya poseían (Figura 1). Esta conclusión cambia radicalmente la visión que se tenía sobre la forma y hábitos alimenticios de los primeros equinodermos y Ctenoimbricata nos permite conocer esta condición.

Autores

Este trabajo ha sido realizado por Samuel Zamora, Andrew Smith e Imran Rahman, los dos primeros del Museo de Historia Natural de Londres, y el tercero de la Universidad de Birmingham. Samuel Zamora  realizó su doctorado en la Universidad de Zaragoza donde comenzó el estudio y se encuentra actualmente en Londres con un contrato del antiguo Ministerio de Educación y Ciencia (MEC). Este estudio se enmarca dentro de un proyecto de investigación del MEC sobre el estudio del Cámbrico.

Referencia

Zamora, Samuel; Smith, Andrew B. & Rahman, Imran A. 2012. Plated Cambrian bilaterians reveal the earliest stages of echinoderm evolution. PlosOne

http://www.plosone.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0038296
relaliga.html 

Texto de Samuel Zamora