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Mary con las huellas, foto de su Fundación |
Para todos los amantes de la paleontología el apellido Leakey es motivo de admiración. Para los que no lo conozcan, animo a que buceen por el complejo ciberespacio en busca de entretenidas y emocionantes historias sobre el matrimonio Leakey. Pero lo que os quería contar sólo atañe a la señora de la casa, Mary Leakey. Y es que hoy 6 de febrero hace 100 años de su nacimiento.
Seguro que wilkipedia, o la página de la Fundación Leakey os pueden dar muchos más datos sobre ella de los que pueda saber yo. Sin embargo, como aprendiz de icnólogo tengo el derecho moral de hacer un pequeño homenaje a su memoria hoy (si, la pobre señora Mary falleció hace 17 años). Estoy seguro que la mayoría que conoce sus investigaciones me dirá que junto a su marido, describieron los restos de Proconsul africanus, Australopithecus boisei, Homo habilis y Homo erectus. Pero estoy seguro que mucha gente no conoce su trabajo sobre icnitas. Sí, habéis oído bien, icnitas.
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Huellas de Laetoli, Meldrum et al. |
En 1976-1977, Mary junto a su marido y su equipo excavó unas icnitas de vertebrados en Tanzania de hace 3,6 millones de años (Plioceno) preservadas en cenizas volcánicas del volcán Sadiman. Éstas, son las famosas "huellas de Laetoli". Cual fue su sorpresa cuando entre icnitas de diplópodos, aves (como la avestruz, la gallina de Guinea, etc), lagomorfos, carnívoros (hienas, vivérridos, félidos, etc), proboscidios (elefantes), giráfidos, suidos, équidos, rinocerontes y bóvidos, encontraron huellas de primates. Y aún es más. Los autores diferenciaron dos tipos de icnitas de primates. Las primeras las asignaron a cercopitécidos o monos del viejo mundo. Estos animales, como por ejemplo los macacos o los babuinos, se caracterizan entre otras muchas cosas por poder estar mucha parte de su tiempo en el suelo (esto es importante para poder dejar huellas ;). Pero quizás lo más llamativo de su descubrimiento, sean las otras huellas de primates que se asignaron a homínidos. En su trabajo hacían mucho hincapié en el hecho de que el patrón de los rastros mostraba que estos homínidos eran bípedos. ¡Y esto era lo verdaderamente fabuloso!. Lo primero, porque se retrasaba un millón de años los datos que se tenían sobre la aparición del bipedismo en homínidos. Y lo segundo, porque se ha demostrado que esta postura ha favorecido la expansión del cerebro dentro de nuestro linaje. ¡Impresionante! Para los más curiosos, contaros que encontraron tres rastros. Dos de ellos se desplazaban en la misma dirección y las huellas de uno de los rastros eran mucho más grandes que las del otro (esto da para imaginar muchas cosas). Hace un par de años, Meldrum et al. (2011) revisaron estas icnitas desde un punto de vista icnotaxonómico. Prepararon unos 3D de las icnitas y las denominaron como Praehominipes laetoliensis, pero eso ya es otra historia.
Fijaros la importancia de Mary Leakey y de estas icnitas, que hoy son imagen de google. Os adjunto una captura.
Espero haberos transmitido un poco de mi debilidad hacia esta mujer y hacia este estudio. Os paso unas referencias por si queréis enredar.
Referencias:
Day MH, Wickens EH (1980) Laetoli pliocene hominid footprints and
bipedalism. Nature 286: 385–387.
Leakey MD, Hay RL (1979) Pliocene footprints in the Laetoli beds at Laetoli,
northern Tanzania. Nature 278: 317–323.
Leakey MD (1981) Tracks and tools. Philisophical Transactions of the Royal
Society of London 292: 95–102.
Meldrum, D.J., Lockley M.G., Lucas S.G, Musiba, C. (2011). Ichnotaxonomy of the Laetoli trackways: The earliest hominin footprints. Journal of African Earth Sciences 60, 1–12
Raichlen, D.A., Gordon, A.D., Harcourt-Smith, W.E.H., Foster, A.D., Hass, Jr., Wm, R.,2010. Laetoli footprints preserve earliest direct evidence of human-like bipedal mechanics. PLoS One 5.
White TD (1980) Evolutionary implications of pliocene hominid footprints.
Science 208: 175–176.
White TD, Suwa G (1987) Hominid footprints at Laetoli: Facts and
Interpretations. Am J Phys Anthropol 72: 485–514.