jueves, 20 de noviembre de 2008

Vinosaurios

Este es el título de un texto que escribió Alberto Santamaría para el periódico El Mundo (Ed. Cantabria). Éste poeta y ensayista cántabro es Doctor en Filosofía por la Universidad de Salamanca y dirige la revista de poesía Nadadora. Le pedí permiso para publicarlo aquí y me ha dicho que encantado.

VINOSAURIOS

Me gusta beber cerveza. Sobre todo el primer trago. Qué bien me sabe, pienso. Alguien dijo que disfrutar de la cerveza implica tener la conciencia tranquila. No sé si es mi caso, pero disfruto enormemente de la cerveza y la disfruto aún más si tengo a mi lado a mi compañía femenina favorita. Esta vez estaba sólo, bueno, en realidad esperando que es otra forma de estar solo. Fue ahí cuando se sentó a mi lado un peculiar vinosaurio, como los llama un conocido poeta. Los vinosaurios son aquellos tipos que llevan escrito en su piel morena y cuarteada la señal de la derrota. Con sus andares lentos y torpes, con su ropa que les viene siempre grande, no porque la hayan heredado sino porque más bien ellos han encogido. Se sienta. Está ocupado amigo, le digo, pero le da igual. Me mira y pide un vino. Huele a calle, a lomo de perro mojado. Me pide un cigarro. No fumo. Deberías fumar, dice. Su aliento es de un espesor gaseoso poco definible. Es ahí cuando meto la pata. Digo no-sé-qué y entonces el vinosaurio se acerca y me cuenta su vida. Pide vino y bebe un vaso detrás de otro. Que estará una semana más por aquí porque ya no aguanta [vino 2]. Que recuperará el tiempo perdido [vino 3]. Que estará ahí sólo hasta cierto punto [vino 4]. Que la vida es como un teatro [vino 5]. No, mejor que la vida es como una fresadora, que hay que darle forma, ranura a ranura, para que tenga alguna utilidad [vino 6], que luego el bar es como una fresadora, y luego el amor es como una fresadora [vino 7], que el fútbol es como una inmensa fresadora [vino 8]. Que qué me parece este agujero sin clase [vino 9]. Que odia a su mujer [pausa]. Que odia a su hija [pausa]. Que necesita estar aquí estos días y sacarle a la gorda [su mujer] toda la pasta que pueda [vino 9 y 10]. Brindamos. Durante años había sido fresador, claro, hasta que lo despidieron. Le quedaba poco tiempo de vida y eso le había convertido en un jodido indeseable. Los humos, los líquidos de la fábrica donde había trabajado le habían convertido el páncreas en un zumo gris y peligroso. Sale dando tumbos hacia la luz del día que lo ciega como a un espeleólogo inexperto. Está claro que me toca pagar a mí. Aparece al fin mi compañía femenina favorita. Me mira sorprendida. Qué bien me sabe la cerveza cuando estoy contigo, pienso.

(Publicado en
El Mundo, Ed. Cantabria)



"Qué bien me sabe la cerveza cuando estoy contigo, pienso." Tiene toda la razón del mundo. La compañía lo hace todo. En lo único que no estoy de acuerdo con Alberto es la definición de Vinosaurio. Si que tenemos la piel morena, (trabajamos bajo el sol), si que a veces tenemos andares lentos y torpes (miramos siempre al suelo en busca de fósiles), y usamos ropa grande y vieja (porque en las excavaciones se rompen y ensucian), pero nunca tenemos marcados el símbolo de la derrota. Podemos estar picando una semana sin encontrar nada y sin desfallecer, que al final, el último día, premio. Y si no, seguimos buscando. Así que ya tenemos dos acepciones para la palabra Vinosaurio, la suya, y la nuestra.

Muchas gracias de nuevo a Alberto Santamaría.

Más información en:
http://albertosantamaria.blogspot.com/

3 comentarios:

  1. Pocas cosas saben mejor que una buena cerveza en buena compañía, ¡¡y mejor si es después de desenterrar un buen par de huesoS!!

    Esta claro que los vinosaurios y los cervezasaurios formamos un grupo natural caracterizado por un conjunto de sinapomorfías bien definidas y con dos autopomorfías bien distintivas: el amor por los dinosaurios y la buena compañia

    Animo, que el blog parece que está gustando!!!!

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  2. Buenísimo y original post Ina. Me ha encantado el texto de Santamaría y sin duda me quedo con la frase que has destacado "Que bien me sabe la cerveza cuando estoy contigo, pienso". ¿Nos recomiendas algo más de este autor? A mi sólo me sonaba de que leí que hace poco se llevó un premio en Burgos.

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  3. Gracias More,
    A ver si te animas y te curras un cladograma vinosauril. El temor se centraría en no entrar dentro del grupo.

    Me encanta como escribe Santamaría. Tiene otro post que también me llamó la atención:
    http://albertosantamaria.blogspot.com/2008/08/efecto-wallenda.html

    Silvia, More, con vosotros la cerveza siempre me ha sabido y me sabrá bien.

    ¡Las qué nos quedan por beber!

    Gracias por los comentarios

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