jueves, 24 de junio de 2010

Hasta luego cocodrilo

Un día de campo en El Sobaquillo
El hallazgo del ejemplar se produjo de una manera totalmente casual. En aquel momento varios miembros del Museo Paleontológico de Enciso (Susana, Maribel y el que escribe) nos encontrábamos realizando un trabajo de ubicación y comprobación de los yacimientos de huellas de dinosaurios situados en la localidad de San Vicente de Munilla. En el paraje del Sobaquillo, en un pequeño llano del monte, al hacer un alto en el trabajo y dando un pequeño paseo, vi una piedra más o menos cuadrangular con una curiosa “mancha” en su superficie. Al acercarme a observarla con detenimiento, comprobé con incredulidad y estupefacción que se trataba de un fósil, concretamente un cráneo y algunos huesos de lo que parecía ser un pequeño cocodrilo. Fue toda una sorpresa y algo excepcional, ya que prospecciones posteriores llevadas a cabo en la zona  por mi parte y acompañado de Ignacio Díaz-Martínez, no han sacado a la luz nuevos descubrimientos. 

El fósil fue trasladado al museo de Enciso, donde se le hizo el primer estudio . Félix Pérez-Lorente (director científico de la Fundación Patrimonio Paleontológico) observó la calidad del hallazgo y decició llamar a Patxi Ortega, experto en cocodrilos fósiles para que colaborara en su investigación En principio fue asignado al género Goniopholis  pero los estudios posteriores lo encuadraron definitivamente en el género Bernisssartia.  Posteriormente, el ejemplar fue trasladado a la Universidad de La Rioja. 

El primer problema que se planteó fue la datación del resto. Al ser un bloque rodado había que determinar de qué afloramiento de los muchos existentes en la zona provenía. Lógicamente, estando en un prado de montaña lo normal es que viniese de las partes más altas. Hubo que comparar la litología de la roca con la de los afloramientos de la zona para ubicar la edad a la que pertenece, quedando datado finalmente como Barremiense/Albiense. 

¿Habrá cocodrilos en este río?
A pesar de haber estado bastante tiempo expuesto a la intemperie el estado de conservación del fósil era excelente. El bloque (de unos 6 cm. de espesor) se encontraba incrustado en el terreno aproximadamente hasta la mitad y se encontraba cubierto en parte, por diferentes líquenes, aunque ninguno tocaba al fósil lo suficiente como para dañarlo. Hubo que realizar un tratamiento con ácidos muy diluidos para poder quitarlos sin dañar el resto. Posteriormente se consolidó el resto óseo y se procedió a la limpieza y preparación del mismo. La litología de la roca, una limolita arenosa, permitió trabajar con un percutor neumático para devastar las zonas de sedimento que cubrían el resto con bastante facilidad y acercarnos al hueso con precisión y sin mucho riesgo de dañarlo. No obstante, al no ser la constitución de la roca enteramente homogénea, en algunas zonas hubo que trabajar con punzones manuales, reblandeciendo previamente la piedra con acetona y otros productos. 

Los primeros y cruciales pasos de restauración se realizaron en la Universidad de La Rioja. Posteriormente se trasladó al cocodrilo a la Universidad  Autónoma de Madrid donde se le dio el tratamiento final. Allí se contó con la colaboración de Adán Pérez y se procedió a su estudio y descripción.

Alberto Jiménez-Vela (el reportero más cocodrilero de El Vinosaurio)

El primer estudio de este fósil ha sido publicado como resumen en el 8 Meeting of the European Association of Vertebrate Palaeontologists. Se puede leer más al respecto en El cuaderno de Godzillin.

La referencia:
Ortega, F., Jiménez-Vela, A. & Pérez-García, A. 2010. A new Bernissartia (Crocodyliformes, Neosuchia) individual from the Barremian/lower Albian of La Rioja. Abstract Volume of the 8 Meeting of the European Association of Vertebrate Palaeontologists.

Fotografías de Ignacio Díaz-Martínez

10 comentarios:

  1. Enhorabuena por el hallazgo!!!! Y un gran saludo para el reportero más cocodrilero de el Vinosaurio....ajjajaja
    Un besin Alberto

    Espe

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  2. Gracias Espe, después de tanto tiempo al final van llegando los resultados. Besos. Alberto.

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  3. Pues lo más impresionante es la conservación del craneo de este coco. La orbitas elevadas, los diente al aire... parece que va a saltar a por ti.

    Me sumo a la enhorabuena, y te recuerdo que la próxima vez que encuentres una cosa así, lo hagas en un sitio sin garrapatas o me se de uno que no te va a acompañar más.

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  4. ¿Quién decía que donde aparecen huellas no aparecen huesos? Aquí está la prueba. Lo único que hay que hacer es buscar.

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  5. no se quien dijo eso, pero yo he visto dientes y huesos en los mismos niveles que icnitas, y en varios sitios ya!! hay que buscar mas, y agacharse para mirar de cerca!!!

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  6. Enhorabuena por el hallazgo y por el estudio también desde Salas!! Un besazo a Alberto, y a ver si podemos leer más crónicas tuyas en El Vinosaurio.

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  7. aparte de cocos, también hay perdices en ese yacimiento!!! XD. a ver cuando se expone el bicho (a ser psible el cráneo y el post-cranial que exista) que tengo ganas de mirarle a los ojicos!

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  8. que se me olvidaba!! felicidades Alberto!!

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  9. que se me olvidaba!! felicidades Alberto!!! que estos lacustres y deltas van a dar mucho de sí con los reptiles

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  10. Al final la cosa salió hacia adelante...

    Felicidades...

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